Hallzagos claves de los artículos de prensa sobre casos de desapariciones

woman in white shirt and large brimmed hat holding photo
group of women in gray shirts standing with many signs

Además del análisis estadístico de los datos recopilados (con relación a los víctimas, los perpetradores y la respuesta estatal), surgieron dos hallazgos conceptuales con respecto a la misma naturaleza de los artículos de prensa sobre desapariciones:

  • El estudio demuestra la tendencia de la prensa de informar sobre cada desaparición como si fuera un evento criminal y aislado, y no como parte de un contexto general de violaciones a los derechos humanos. Dada la naturaleza de continuidad en las desapariciones, este estilo de reportaje que se basa en los eventos limita el entendimiento y la discusión pública sobre los crímenes. Existen variaciones de esta práctica, incluyendo el uso del periodismo investigativo para entender el fenómeno de las desapariciones, caracterizado por varios colectivos que actualmente operan en México. Sin embargo, la tendencia de usar “notas del día” o “nota roja” en la cobertura de casos de desaparición, como así la gran cantidad de casos que no reciben ninguna cobertura, limita el acceso público a la información sobre tal fenómeno que pudiese abrir paso a cambios importantes en el tema de derechos humanos. 

  • Este estudio también muestra que las víctimas de desapariciones que poseían mayor noticiabilidad pertenecían a grupos que generan simpatía-- como familias, estudiantes, o personas que tenían puestos prominentes-- policías, oficiales públicos, empresarios. Las desapariciones inusuales, incluyendo desapariciones de grupos o las en las que se ejerció violencia extrema, también recibieron más cobertura. Tales hallazgos extienden la teoría de la rareza sobre noticiabilidad de situaciones de violaciones a derechos humanos generalizadas. La teoría de la rareza afirma que las víctimas que son ideales (mujeres, niños, ancianos), las historias que son poco usuales, o las historias que involucran más de una sola víctima poseen mayor noticiabilidad. El estudio también mostró que las familias y los grupos de la sociedad civil que abogan por las personas desaparecidas aumentan la noticiabilidad de tales casos. 

Notas del día /Notas Rojas

La mayoría de los artículos periodísticos sobre desapariciones proporcionan información limitada a los lectores. Los artículos sobre desapariciones usualmente incluyen información demográfica básica sobre las víctimas (edad, género), hechos básicos sobre el evento (fecha, ubicación, municipio)  y, en alrededor del 41% de los casos reportados, se identificaba un supuesto perpetrador. Tales tendencias de reportaje calzan con el modelo socio-organizacional periodístico que se basa en “notas del día”, descrito por MchPerson (2012) en su análisis de prensa en México. Este modelo prioriza la cobertura de las noticias a medida que van sucediendo con la meta de atraer audiencias acostumbradas a los medios electrónicos, incluso la televisión. Este modelo tiende a depender de menos fuentes y menos investigación, lo que genera menos voces en la esfera pública y menos atención a la rendición de cuentas (McPherson 2012).  

Este modelo de notas del día puede ser encontrado en otros aspectos de los artículos de prensa en nuestra base de datos, incluida la tendencia de publicar casos sobre desapariciones en la sección de crimen, como eventos aislados y en el formato de “nota roja”.  Este tipo de reportaje no tiene la habilidad de generar una conexión entre las desapariciones y un patrón más extenso de violaciones a derechos humanos, y por lo tanto remueve el evento de un contexto más generalizado. Esta práctica también ha sido criticada en la literatura con respecto a la cobertura de feminicidios en México, que describe tales crímenes como eventos aislados y no como el resultado de la violencia estructural contra las mujeres (De la Garza and Salazar 2020).

La asignación de periodistas a casos de crímenes suele circular en un grupo del staff y, por eso, puede que un rango amplio de diferentes periodistas reporte sobre desapariciones. Hemos recabado por lo menos 482 reporteros en nuestra base de datos, muchos de ellos asignados por consecuencia de su pertenencia a un grupo determinado de periodistas de crimen en cada medio de comunicación. Por motivos de seguridad, los artículos que involucran al crimen organizado pueden ser etiquetados como “reportaje del staff o el equipo”-- sin ninguna firma específica o individual.   (Frey y Cuellar, 2020). Observamos que tal práctica es común; 55%  de los casos de desaparición en nuestra base de datos incluyeron por lo menos un artículo con la firma anónima. 

Hasta hace varios años desde el comienzo de la crisis de las desapariciones, pocos periodistas entendían muy bien este fenómeno, como por ejemplo, cómo estos crímenes se relacionan con un marco más amplio de violaciones de derechos humanos. La habilidad periodística sobre desapariciones creció junto con la crisis y, en los 2010, varios periodistas e iniciativas colectivas, como A Donde Van los Desaparecidos, Quinto ElementoPeriodistas de a Pie y Zona Docs empezaron a publicar investigaciones extraordinarias e importantes sobre la violencia.

Otra tendencia que se puede observar en esta base de datos es la falta de seguimiento en la cobertura de los casos de desaparición.  Vimos poca evidencia de reportaje sobre la responsabilidad del estado y sobre los procedimientos jurídicos en casos inicialmente reportados como notas rojas. La prensa tampoco realizó las averiguaciones típicas para investigar el desenlace de la desaparición, como si es que la persona aún se encuentra desaparecida, o si es que hubo una búsqueda oficial o investigación del caso por parte del Estado. El enfoque de la prensa en estos estados fue en el crimen en sí, y no en la búsqueda de la persona desaparecida o la investigación de los responsables. Por ende, los medios de comunicación no entregaron información pública sobre “quiénes deberían ser responsables, por cuáles motivos, y cómo deberían ser responsabilizados” (Bonner 2009: 297). 

Noticiabilidad

Realizamos un análisis sobre los casos que tuvieron mayor noticiabilidad en la cobertura de las desapariciones por parte de la prensa mexicana, usando un análisis de contenido en los cinco eventos reportados sobre desapariciones con mayor cantidad de artículos de prensa en cada uno de los cuatro estados en nuestra base de datos. Descubrimos que estos casos altamente reportados tendieron a cubrir crímenes inusuales y/o víctimas ideales, confirmando la teoría de la rareza como una explicación de noticiabilidad en un contexto de violencia generalizada, incluyendo desapariciones a mano del crimen organizado y actores estatales. 

Adicional a las víctimas inusuales o ideales, nuestro análisis de noticiabilidad apunta a la cobertura relacionada con familias o colectivos que realizan campañas visibles en nombre de sus seres queridos desaparecidos. Nuestro análisis de los cinco casos más reportados y las entrevistas con periodistas sugieren que el apoyo por parte de estas familias aumenta la noticiabilidad de los casos de desaparición. 

Eventos inusuales: grupos, seriedad o primicia.

Investigaciones anteriores que utilizan la teoría de la rareza han encontrado que eventos raros o inusuales conllevan a mayor noticiabilidad y por ende, reciben más cobertura por parte de la prensa. La noticiabilidad está determinada por la inusualidad del crimen, simbolizado por el involucramiento de más de una víctima o por su grado de seriedad (Gekoski et al 2012); o por su naturaleza extraordinaria y novedosa (Gruenewald et al 2013).

En términos de inusualidad, nuestros datos establecen que las desapariciones en grupo recibieron un grado mayor de atención mediática en México, con un promedio de 7 artículos por desaparición grupal y 4 artículos por desaparición individual. Por supuesto, el caso de los 43 estudiantes en Ayotzinapa en 2014 representa la quintaesencia en términos de casos inusuales con un alto número de víctimas, lo cual aumentó la notoriedad y generó una cobertura mediática global del caso a largo plazo. 

Más allá de este infame caso de desaparición en masa, encontramos un patrón general que muestra que los casos con un gran número de víctimas atrajo más atención mediática. Por ejemplo, el caso de los doce pintores de hogares que desaparecieron juntos en Coahuila generó 16 artículos de prensa (9 más que el promedio de 7 artículos por caso grupal); los once policías que desaparecieron juntos en Apodaca, Nuevo León generó 14 artículos (7 más que el promedio grupal), y el caso de los siete jóvenes que desaparecieron en Lagos de Moreno, Jalisco generó 18 artículos (11 más que el promedio grupal). Este último caso no fue técnicamente una desaparición grupal, pero fue así categorizada por la prensa ya que ocurrieron múltiples desapariciones de jóvenes entre 18 y 22 años de edad, en el mismo territorio y en la misma franja de tiempo. El caso llegó a ser conocido como “los 7 de Lagos de Moreno”. 

Periodistas entrevistados durante nuestra investigación, admitieron que ellos y sus editores ponen mayor atención a las desapariciones grupales que a los crímenes afectando a una sola víctima. “Se oye muy feo”, nos dijo un reportero, “pero realmente pues una persona desaparecida pues era noticioso, pero ya no impactaba tanto porque estaban desapareciendo a muchas personas. Entonces, pues sí, no ibas a estar llenando el periódico de personas desaparecidas, pero también depende de quién desapareció. Se oye muy feo y se oye mal, pero son los parámetros que manejan todos los medios”. (Entrevista realizada por Olga Salazar Pozos, Monterrey, Nuevo León, 9 de junio de 2019. 

Un grupo final de casos inusuales corresponden a los que fueron extraordinarios por su seriedad o desenlace novedoso. El caso de los 11 policías de Apodaca, Nuevo León por ejemplo, fue notable no sólo por el número de víctimas sino también porque ocho oficiales que buscaban localizar a sus tres colegas desaparecidos, fueron desaparecidos también. Casos que involucraron crímenes espantosos también fueron cubiertos, como el caso de un brutal asesinato a una familia en Guerrero cuyos cuerpos fueron quemados.  

Víctimas ideales: de alto perfil o personas que generan simpatía

Este tipo de víctimas fueron las que generaron mayor noticiabilidad entre los muchos casos de desaparición que revisamos en los cuatro estados. Varias desapariciones de personas de alto perfil se encontraron entre los casos con mayor cobertura, personificando la idea de que “la noticiabilidad está altamente, primariamente quizás, preocupada con medir el ‘costo’ de la vida perdida” (Gekoski et al. 2012). En Nuevo León por ejemplo, la desaparición de Damián G, un empresario de San Pedro, un vecindario de clase alta y aparentemente seguro, generó 16 artículos (11 más que el promedio de 5 artículos por caso individual de la base de datos), y la desaparición de Saúl V, el alcalde de Zaragoza, Coahuila quien fue encontrado muerto en Nuevo León, generó 20 artículos (15 más que el promedio). En Guerrero, tres casos distintos generaron atención mediática significativa. Primero, el caso de Ranferi H, un ex político del PRD y activista de justicia social, quien desapareció junto a su familia generó 11 artículos (6 más que el promedio). La desaparición de Maria Luiz O, feminista y activista de derechos humanos, también recibió 11 artículos (6 más que el promedio). Finalmente, la desaparición de Héctor, un activista local de derechos humanos de 30 años de edad y estudiante de antropología en la Universidad de Guadalajara, generó 11 artículos (6 más que el promedio). 

Otras tendencias involucrando víctimas que causan simpatía surgieron en nuestro análisis de los casos de desaparición más reportados por la prensa. Víctimas que son vistas como inocentes recibieron mayor atención mediática, con un mayor alcance y cobertura más completa (Gilchrist 2010; Gekoski et al. 2012 ). Esto explica el interés de la prensa en la desaparición de personas jóvenes, especialmente niños y estudiantes. Por ejemplo, el caso de un niño de tres años de edad en Coahuila, Johan G, que generó 16 artículos (11 más que el promedio) y el caso de tres estudiantes universitarios de Zapopan, Jalisco que recibieron 12 artículos (7 más que el promedio), además de la amplia atención mediática a los tres estudiantes de cine de Jalisco. 

Otro ejemplo de víctimas que son consideradas como vulnerables por la literatura sobre noticiabilidad fueron víctimas mujeres, ya que según Chermark son consideradas como más ‘dignas’ de cobertura mediática que los hombres  (Gruenewald et al. 2013). Entre las víctimas mujeres individuales en nuestro análisis, identificamos un caso que fue altamente cubierto por la prensa en Jalisco, con 14 artículos de prensa (9 más que el promedio de 5 artículos) sobre una estudiante de secundaria. Otros casos de victimas mujeres que recibieron un alto nivel de cobertura mediatica en Guerrero, incluye a Maria Luiz O, una feminista y activista de derechos humanos (6 más que el promedio). Una madre y su bebe dejado por muerto en su carro en Guerrero también causó simpatía y generó interés mediático con 15 artículos (8 más que el promedio). 

Los periodistas entrevistados corroboraron la tendencia de cubrir a víctimas que generan simpatía, especialmente basada en la respuesta percibida del lector. Un periodista de Nuevo León nos dijo, “O sea que si tú les pones que era un hombre de 36 años vas a ver en los comentarios “es que en algo andaba” o justificando la desaparición. Y si tú les pones que era un estudiante de la UANL o del Tec o la UDEM cambia todo, ¿no?” (periodista entrevistado por Olga Salazar Pozos, Monterrey, Nuevo León, 14 de junio de 2019).  La respuesta percibida del lector es entonces un factor material en las percepciones del periodista con respecto a la noticiabilidad de las víctimas de desaparición. 

Haciendo visibles los casos: Defensa por parte de familiares y sociedad civil

Los casos más reportados en casa estado demostraron que las familias que se pronunciaron en nombre de sus seres queridos desaparecidos, tendieron a aumentar la noticiabilidad de la víctima. Sus acciones conllevaron a mayor cobertura mediática, humanizaron el perfil público de las personas desaparecidas, y en algunos casos resultó en mayor rendición de cuentas por parte de los oficiales estatales. 

Esposas, madres, padres y hermanos que demandaron acción por la justicia en el nombre de sus seres queridos desaparecidos, recibieron una sustancial cobertura mediática en nuestra base de datos. Esto fue cierto ya sea la víctima fuese una estudiante (Daniela en Jalisco), un oficial de policía federal (Juan H en Nuevo León), un oficial público (Esteban A en Coahuila), un defensor de derechos humanos (Héctor en Guerrero), un ingeniero (Toño en Coahuila), o un aficionado jinete de toros (Armando en Guerrero). De hecho, en varios casos, aun cuando la víctima fue desaparecida en un grupo, la acción por parte de los familiares aumentó la cobertura mediática de sus desaparecidos por sobre otros. Esto es cierto, por ejemplo, en la desaparición de Juan H, cuyo caso fue reportado en el doble de artículos (12 artículos versus 6) que otro policía federal (Juan Luis L), quien desapareció en el mismo incidente en medio de un cuartel policial en Nuevo León. La defensa abierta y ardua de la madre de Juan H conllevó a mayor cobertura mediática. 

Organizaciones de la sociedad civil también jugaron un rol importante en visibilizar estos casos en la prensa. Periodistas entrevistados notaron repetidamente la importancia de estas organizaciones de derechos humanos y colectivos de familias, como sus fuentes al reportar los casos de desaparición. Daniel de la Fuente, un periodista del Grupo Reforma, explicó su trabajo en una serie especial que fue publicada simultáneamente en tres medios de comunicación importantes (Mural, Reforma y El Norte), para contar historias de desaparición a fondo. De la Fuente explicó: “nos apoyamos mucho en CADHAC, agradecemos mucho a Consuelo [Directora de CADHAC] todo lo que ha hecho en estos años. Esa serie fue muy importante, impactó, indignó, visibilizó y ninguno de los casos se resolvió, ninguna de esas personas volvió, son pocos los funcionarios detenidos a excepción del caso de Juárez no hay consecuencias favorables.” (Periodista entrevistado por Olga Salazar Pozos, Monterrey, Nuevo León, 9 de julio de 2019). 

Nuestro análisis de los cinco casos más reportados en cada estado también mostró que las familias jugaron un rol activo en rechazar cualquier narrativa gubernamental o de la prensa, que criminalizara a las víctimas. En el caso de Daniela en Jalisco, por ejemplo, la familia rechazó públicamente la culpabilidad que el fiscal estatal quiso incriminar en Daniela. La defensa pública de la familia resultó en mayor cobertura mediática, pero también se encargó de humanizar a Daniela ante los ojos del público. En respuesta, agentes estatales oficiaron conferencias de prensa y reportaron avances en la investigación del caso de Daniela, ocurrencias inusuales en casos reportados de desaparición forzada.

Share on: