Los cinco eventos más reportados

Para entender mejor la razón por la cual los periodistas reportaron ciertos casos y no otros, examinamos los casos que recibieron la mayor cantidad de cobertura en cada estado. 

Coahuila

Los casos que recibieron la mayor cobertura en Coahuila están relacionados con desapariciones en grupo y con víctimas que generan simpatía. Las familias que demandaron justicia en estos casos también jugaron un rol importante en el nivel de cobertura que recibieron. Las cinco desapariciones que recibieron la mayor cobertura en la prensa fue (1) un caso de 12 pintores que desaparecieron juntos (16 artículos); (2) tres jóvenes que desaparecieron juntos (19 artículos); (3) Johan, un niño de 3 años (16 artículos); (4) cuatro miembros de la familia A (19 artículos); y (5) el caso de Toño (19 artículos). 

Los casos grupales fueron foco de una importante cantidad de cobertura de prensa en Coahuila. Por ejemplo, el caso de los 12 hombres que fueron desaparecidos en marzo de 2009 mientras buscaban trabajo pintando casas en Coahuila atrajo mucha atención. Este caso ha sido utilizado por varios medios de comunicación diferentes para ilustrar la severidad de la crisis de desapariciones en Coahuila. 

Otro caso de desaparición grupal involucró la desaparición de la familia “A” en agosto de 2009, incluido Esteban A, el gerente de seguridad y mantenimiento del centro de rehabilitación social en Saltillo, Coahuila, su hijo de ocho años, Brandon, y dos de sus hermanos Gerard y Gualberto. Este caso recibió atención tanto de medios de comunicación como de instituciones oficiales, dado que el fiscal estatal comenzó una investigación. La cobertura del caso también hizo referencia al papel de la esposa de Esteban, quien habló públicamente sobre el dolor de perder su familia y las dificultades de buscarlos sola

En Coahuila, la visibilidad de la cobertura de prensa sobre las desapariciones también está relacionada con las demandas de justicia por parte de los familiares de los desaparecidos. Los artículos publicados después de la desaparición de Toño en enero de 2009, por ejemplo, demostraron la persistencia de sus familiares, lo que resultó en procedimientos de justicia criminal y la detención de perpetradores que tenían conexiones tanto con el crimen organizado como con empresas prominentes en Coahuila. Otro caso en el que hubo procedimientos de justicia criminal involucró la desaparición de tres estudiantes, solo uno de los cuales fue nombrado por la prensa (Héctor). Un hombre llamado Oscar Omar fue detenido por su participación en el caso, pero luego fue liberado tras ser acusado de extorsión y recibir una multa de 11,000 pesos. Esto siguió los esfuerzos hechos por Brenda, la hermana de Héctor, quien ha participado en varias manifestaciones contra desapariciones, denunciado la desaparición de su hermano, la falta de acción por parte de los oficiales, y amenazas de muerte que ha recibido. 

La cobertura de la desaparición de Johan, el niño de tres años que desapareció en octubre de 2015, fue significativa dado que las desapariciones de niños tan jóvenes no son comunes. Esta desaparición también recibió atención por parte de autoridades investigativas en Coahuila, evidenciado por búsquedas oficiales, la activación de una Alerta Amber, y el ofrecimiento de 299,464 pesos por el regreso del niño. 

Los esfuerzos de los familiares de las víctimas son notables en la cobertura periodística de varios casos individuales. Familias que buscan a sus seres queridos, como los padres de Toño y de Johan, son usualmente destacados en los artículos de prensa. La atención dada a tales esfuerzos permite que la prensa subraye la falta de asistencia por parte de las autoridades en la investigación de estas desapariciones. Arturo R, el padre de uno de los 12 pintores que desaparecieron, participó en un evento público en el que los familiares de los desaparecidos demandaron justicia al fiscal estatal de Coahuila.  

Mayor cobertura conlleva a información interesante para el público. Por ejemplo, la cobertura de la desaparición de los 12 pintores notó que el crimen ocurrió en áreas que son vigiladas por cámaras de seguridad y por autoridades. Tales observaciones proporcionan una perspectiva importante sobre las conexiones entre agentes estatales y miembros del crimen organizado, dando espacio a preguntas que cuestionan la calidad de la investigación.

Guerrero

Guerrero es el estado que representa el caso más reportado en toda la historia mexicana: los 43 estudiantes de Iguala. Entre otros casos reportados, la defensa por parte de los familiares, la existencia de víctimas de alto perfil y las desapariciones en grupo fueron centrales en la cobertura de prensa en el estado. Los casos más reportados en Guerrero fueron sobre (1) Armando, un ex-policía y empresario (12 artículos), (2) Azucena y Luis, una joven pareja y su bebé (15 artículos), (3) tres miembros de una familia que incluyó a Ranferi H, ex-político y activista de justicia social (11 artículos), (4) Maria Luiz O, feminista y activista de derechos humanos (11 artículos), (5) Héctor, un activista local (11 artículos). 

En Guerrero, inusualmente, dos de los casos que recibieron mayor cobertura involucraron individuos y no grupos. Sin embargo, esos no eran cualquier individuos si no que activistas trabajando en el área de derechos humanos. Maria Luiz, quien desapareció en marzo de 2019, era miembro de la Red de activistas feministas, y denunció públicamente la violencia contra las mujeres, después de haber sufrido abuso doméstico. Héctor, de 30 años al momento de su desaparición, había estudiado antropología en la Universidad de Guadalajara. Era también colaborador en el Centro regional de derechos humanos “José María Morelos y Pavón” y participante activo en la lucha por el acceso universal al agua. 

La defensa por parte de la familia y las organizaciones no gubernamentales (ONGs) también jugaron un rol en la cobertura del caso de Héctor. Su madre, Carmen, quien perdió a sus dos hijos tras las desapariciones, ha participado en ruedas de prensa y hablado sobre su experiencia, denunciando la falta de acción por parte de los oficiales públicos. Ella también ha trabajado con y recibido apoyo de grupos como la Asociación Siempre Vivos y El Centro de Derechos Jose Maria Morelos y Pavon. Activistas individuales, como  Manuel O., también han expresado su apoyo por la investigación del caso de Héctor en conferencias de prensa locales. 

Entre los casos grupales, se destacó la historia de Armando, quien desapareció en noviembre de 2017 con otros cinco hombres quienes eran jinetes de toros, viajando rumbo a Guerrero. El último contacto que los familiares de Armando tuvieron con él fue una llamada en la cual él les avisó de su paradero. La llamada fue cortada cuando vio a un grupo de policías locales cuyos contactos con el grupo criminal Guerreros Unidos eran bien conocidos. Los familiares de Armando abogaron visiblemente por él. Alejandro, el hermano de Armando denunció el crimen en ruedas de prensa junto al Colectivo de Organizaciones Sociales y Estudiantiles de la Unión Nacional de Editores de Prensa. Alejandro también hizo denuncias oficiales en el Ministerio Público en Coahuila, el Fiscal General del Estado, y la Comisión de Derechos Humanos. 

Desapariciones violentas involucrando familias también recibieron atención entre los casos en Guerrero. La desaparición de la familia H en Octubre de 2017 terminó en la quema de sus cuerpos y su carro. Ranferi H fue el ex-presidente del grupo local del partido PRD. Similarmente, la naturaleza brutal de los asesinatos involucradas en la desaparición de Azucena y Luis y el niño de ellos, ayudó a la noticibialidad el caso; Azucena fue hallada muerta con el niño (dejado vivo) en el carro. Algo importante que notar en este caso fue que la investigación fue suplementada por reportajes ofrecidos por testigos que confirmaron la detención de la familia por hombres armados. La validez de tales testimonios fue denunciada por oficiales investigando el caso. 

Nuevo León

En Nuevo León, los eventos que recibieron la mayor cobertura por la prensa involucraron víctimas de alto perfil o víctimas que generan simpatía, y desapariciones en grupo. La defensa de familiares y de ONGs también fue un factor clave en la cobertura de los casos. Entre los casos más reportados se encontraba el alcalde de Zaragoza, Coahuila, Saul V (20 artículos); un policía federal, Juan H (16 artículos); un empresario de San Pedro, Damián G (16 artículos); un grupo de 11 policías en Apodaca (21 artículos); y una desaparición grupal que implicó a la Marina (16 artículos). 

El caso del empresario Damián G recibió atención por varias razones. Él fue desaparecido en agosto de 2012 en San Pedro, el municipio más rico de Nuevo León y, como tal, considerada la zona más segura del estado. Damián G estudió en una escuela privada y exclusiva, llamada “El Irlandés”, lo que indica el estatus social alto de la víctima. Nuevo León es conocido por su industria y muchos empresarios viven en el estado, Damián en particular tenía una empresa de construcción. Algo poco usual en el contexto de la justicia criminal mexicana, en el que las condenas judiciales en casos de desapariciones forzadas son excepcionales, este caso resultó en la condena de los perpetradores identificados, cada uno recibiendo una sentencia de entre 55 y 90 años en prisión. Sin embargo, tales sentencias fueron revocadas por un juez. Los artículos de prensa que reportaron la liberación de estos perpetradores destacaron esta realidad, y describieron al caso como emblemático de la impunidad que azota al sistema judicial. 

La desaparición del alcalde de Zaragoza, Coahuila, Saúl V en enero de 2011, recibió mucha atención dado el alto perfil de la víctima (partido PRI). Como en el caso de Damián, se inició una investigación oficial sobre su desaparición. Después de tal investigación, la viuda del alcalde recibió una compensación por la muerte de su esposo. Otros alcaldes fueron asesinados el mismo año, y este caso fue emblemático de la violencia hacia los políticos. La víctima fue hallada sin vida en Galeana, Nuevo León, dos días después de su desaparición, permitiendo que la prensa reportara una resolución en el caso.

La cobertura de la desaparición grupal de unos narcotraficantes en marzo de 2010, es única porque las víctimas con enlaces explícitos al crimen organizado no suelen recibir tanta cobertura ni simpatía del público. De hecho, la mayoría de los artículos publicados sobre el caso no se concentran en los narcotraficantes en sí, sino en la desaparición de otras personas con conexiones a la Marina. Una víctima fue torturada bajo la custodia de la Marina según se informa. En México, la Marina ha sido considerada como una institución más confiable que la policía y el ejército, cuyos miembros suelen participar en corrupción y tener conexiones con el crimen organizado. Además, varios artículos sobre el caso reportaron sobre el involucramiento de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos en la investigación del crimen. La Comisión envió investigadores a Nuevo León para esclarecer los hechos y examinar las posibles violaciones cometidas por miembros de la Marina. 

La desaparición de los 11 policías de Apodaca en 2011 por miembros del crimen organizado recibió bastante atención. El caso no sólo victimizó un grupo grande de empleados gubernamentales, incluyendo un oficial de alto rango (el Director de la Policía de Apodaca), sino que también ocurrió de forma muy violenta. Inicialmente, un grupo de tres oficiales (los guardias del director) fueron desaparecidos. Al momento de ir a buscar a sus colegas, otros ocho policías incluyendo el Director, fueron desaparecidos también. La cobertura incluyó información detallada sobre la respuesta del Estado, incluyendo investigaciones y juicios, y el paradero de los cuerpos en 2016. La información sobre los perpetradores también generó atención en la prensa ya que mostró una alianza entre Los Zetas, la policía y ex-militares. Detalles de la violencia cometida también formó parte de la cobertura del caso, dado que las víctimas fueron torturadas, asesinadas, y sus cuerpos quemados. 

Otro caso de gran cobertura involucró un policía federal, Juan H, quien tenía 23 años cuando fue desaparecido en febrero de 2011, de un hotel en San Nicolás de los Garza donde estaba hospedado con otros 300 policías. La cobertura de esta desaparición incluyó descripciones del activismo y la vocería de su madre, quien actuó junto a una organización de derechos humanos. Mientras que Juan H desapareció con su compañero de trabajo, Juan Luis L, el caso de este último sólo recibió 6 artículos, la mitad de los artículos de prensa que recibió Juan H. La madre de Juan H fue entrevistada en casi todos los artículos publicados. 

Jalisco

En Jalisco, los artículos de prensa se enfocaron en las desapariciones de víctimas jóvenes, de estudiantes, y en la defensa realizada por los familiares de los desaparecidos. El caso de mayor cobertura en Jalisco trata de tres estudiantes de cine en Guadalajara. Además de este caso tan popular en los medios de comunicación, los cinco casos de mayor cobertura en Jalisco incluyeron: Daniela, una estudiante en la secundaria de la Universidad de Guadalajara (14 artículos); Pedro, otro estudiante de secundaria(16 artículos); tres estudiantes de Zapopan (12 artículos); Luis Antonio y Andrés, dos estudiantes de secundaria (21 artículos); y un grupo de siete jóvenes (18 artículos). En la mayoría de tales eventos, las víctimas fueron encontradas vivas o muertas. La mayoría de los casos reportados sucedieron entre 2013 y 2014 cuando muchos jóvenes desaparecieron de la región, o en 2018, cerca de la fecha del caso de los tres estudiantes de cine. 

El caso de la desaparición de Daniela sucedió en septiembre de 2014 en el municipio de Zapotiltic. Este caso, con el de los tres jóvenes de Zapopan, subraya las maneras en las que la abogacía, tanto de la sociedad civil como de los familiares de las víctimas, aumenta la visibilidad de casos específicos en los medios. En el caso de Daniela, sus familiares abogaron con fuerza por justicia en su caso, aumentando la cobertura periodística del caso. El caso de Daniela generó simpatía entre el público ya que era menor de edad-- tenía 17 años cuando fue desaparecida-- y una estudiante de secundaria. El gobierno de Jalisco realizó varias ruedas de prensa y actualizaciones sobre la investigación de su caso, lo que es muy inusual en casos reportados de desapariciones. La prensa reportó sobre tales conferencias y subrayó la impunidad existente. Los periodistas reportaron, por ejemplo, que el fiscal estatal trató de minimizar la causa de su desaparición e intentó afirmar que tenía que ver con un asunto familiar, aunque la familia de Daniela negó tales acusaciones con fuerza. Otros artículos incluyeron detalles sobre la vida de Daniela a través de entrevistas con sus padres, los cuales usaron lenguaje que la humanizaron al describirla como persona social y bondadosa que esperaba asistir a la escuela de medicina y ser pediatra. 

La desaparición de los tres estudiantes de Zapopan recibió bastante cobertura dado que sucedió en abril de 2018, menos de un mes después de la desaparición de los tres estudiantes de cine, caso que generó interés nacional e internacional. Otro elemento que generó atención periodística fue la abogacía de la sociedad civil, que se manifestó en protestas y campañas. Los estudiantes de la Universidad de Guadalajara incluyeron este caso en las manifestaciones que ya estaban en marcha por el caso de los estudiantes de cine, y también organizaron una campaña en redes sociales para aumentar activamente la visibilidad de este caso. Solo uno de los tres jóvenes (José Armando P) era estudiante en la universidad-- sus otros dos amigos (Francisco Javier B y Juan Rubén T) no asistieron a esa universidad. De todos modos, la comunidad universitaria se reunió en apoyo del caso, lo que generó mucha cobertura. Los tres jóvenes fueron hallados con vida tres días después de su desaparición.

Otros dos eventos en los que estudiantes de secundaria desaparecieron en el municipio de Zapopan, sucedieron en 2013 y 2018 e incluyeron los casos de Pedro R y de Luis Antonio O y Andrés B. Todos fueron hallados. En cada uno de estos casos, la cobertura excepcional tuvo que ver con el hecho de que todos eran menores de edad y estudiantes a la vez. Pedro R desapareció en marzo de 2018, un día después de los tres estudiantes de cine de la Universidad de Guadalajara y otras desapariciones en el estado, que generaron manifestaciones masivas y atrajeron cobertura periodística. Pedro fue encontrado cuatro días después de su desaparición, pero el fiscal estatal no proporcionó más detalles, según lo reportado por la prensa. Con respecto al caso de Luis y Andrés, los dos estudiantes fueron hallados sin vida en julio de 2013. Muchos de los informes de prensa reportaron sobre el motivo del crimen: los dos jóvenes supuestamente intimidaron al hijo de un narcotraficante (Cartel de Sinaloa), que asistía a la misma escuela que ellos. Hubo unos artículos publicados años después del evento hablando sobre impunidad, ya que el caso todavía no ha recibido justicia. 

En el caso de los siete jóvenes que desaparecieron en julio de 2013 en la misma región de Jalisco, la cobertura periodística junto varias desapariciones individuales de jóvenes entre 18 y 22 años. Estas víctimas desaparecieron en la misma área y en el mismo día, por lo tanto la prensa los agrupó como “Los 7 de Lagos de Moreno”. Es poco usual que la cobertura se centre en el área donde ocurrieron las desapariciones, más que en los perfiles individuales de las víctimas. No está claro si los perpetradores estaban conectados, pero de acuerdo con la prensa, varios individuos fueron detenidos en los días siguientes. Otra información proporcionada por la prensa describió cómo los cuerpos fueron desintegrados en ácido.

Share on: