Periodismo de vigilancia en acción

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El riesgo para los periodistas

En México, los periodistas son blancos de violencia. El Comité para Proteger a los Periodistas identificó a México como uno de los países más mortíferos para realizar el trabajo de periodismo, con 57 periodistas asesinados y 14 desaparecidos desde 1992. Mientras que la violencia en contra de los periodistas ha sido un problema desde hace tiempo en México, se ha vuelto peor desde el inicio del siglo. En 2020 solamente, ocho periodistas fueron asesinados. La Comisión Nacional de Derechos Humanos de México reportó que, entre 2010 y 2018—un periodo de sólo ocho años—148 periodistas fueron asesinados en México. Entre 2005 y 2018, 21 fueron víctimas de desapariciones

El Estado Mexicano ha fallado sistemáticamente en investigar y enjuiciar los ataques, las desapariciones y los asesinatos de periodistas en México. Desde 2019, la Fiscalía Federal Especializada, cuya tarea es investigar crímenes contra periodistas, ha abierto más de 1.000 investigaciones pero, hacia diciembre de 2018, sólo presentó 186 cargos por delitos contra periodistas, un mero 16.3% de todas las quejas recibidas. Durante el mismo periodo, la Oficina logró solo 10 condenas. Un Mecanismo Nacional de Protección fue establecido por el gobierno federal para proteger a los periodistas bajo amenaza, pero existen preocupaciones permanentes sobre la falta de recursos, coordinación, y procedimientos en este mecanismo. 

En este contexto, los periodistas que entrevistamos explicaron que los medios de comunicación en los que trabajan han realizado una autocensura editorial, incluyendo publicar contenido sin firmas para evitar repercusiones negativas. Frey y Cuellar (2020) encontraron que en los medios impresos de México se reporta significativamente menos sobre desapariciones en relación con las dimensiones del problema, debido a preocupaciones de seguridad, cuestiones de atracción de lectores y la influencia que tienen los actores políticos en el control de la información que se publica. La base de datos del Observatorio ha demostrado esta brecha: encontramos menos de 200 víctimas reportadas en medios de prensa como desaparecidas en cada uno de los cuatro estados estudiados (Coahuila, 196; Guerrero, 120; Jalisco, 173; y Nuevo León, 162) a pesar de las miles de desapariciones reportadas en cada estado. 

Esta sección de la página web está dedicada a destacar las formas en que los periodistas de diferentes estados de México han experimentado, se han visto perjudicados y afrontado el trabajo en un contexto que es explícitamente hostil a su trabajo. Incluimos la historia de Valentín Valdez Espinoza, un periodista de Coahuila, quien pagó el precio más alto por su labor profesional, siendo brutalmente asesinado para aterrorizar al público y a sus colegas. Sin duda, el trabajo realizado por reporteros alrededor del mundo tiene una importancia central en llamar la atención a problemas que de otra forma serían escondidos por los gobiernos, administraciones, corporaciones, y organizaciones criminales que se encuentran demasiado ansiosos por continuar con sus operaciones sin el aporte o la atención de actores externos. Ese periodismo de vigilancia es quizás aún más importante, y ciertamente más peligroso, en estados como México los cuales están plagados por impunidad, violencia y corrupción. 

Coahuila: Su muerte fue un mensaje para los periodistas

Valentín Valdez Espinoza, un periodista apasionado, motivado y un hijo cariñoso, ejemplificó el profesionalismo en su trabajo en el estado de Coahuila. Sus colegas lo recuerdan como un hombre que tuvo mucho cuidado al escribir sus historias; que buscaba entrevistas semana tras semana; Valentín, quien llegaba a la oficina antes que los demás y se quedaba hasta el anochecer, escribió historias que iluminaron temas urgentes en Coahuila. Desafortunadamente, esta dedicación a la búsqueda de la verdad llevó a Valentín a su prematura y trágica muerte en enero de 2010.

Educado en la Universidad Autónoma de Coahuila, Valentín trabajó para varios medios de comunicación en el estado durante sus diez años como periodista. Comenzando en El Diario de Coahuila, pasando a Vanguardia y convirtiéndose en uno de los miembros fundadores del Zócalo, Valentín desarrolló sus habilidades con una variedad de diferentes organizaciones de noticias. Valentín, quien producía principalmente piezas políticas y de investigación, era un trabajador confiable conocido por publicar contenido de alta calidad.

La última historia que cubrió Valentín fue una de las primeras que informó sobre las actividades del crimen organizado en Coahuila. Debido a su experiencia cubriendo investigaciones, Valentín fue elegido para cubrir una historia sobre una redada que había tenido lugar en un motel de Coahuila, llamado Marbella. En el operativo federal en el motel, el 29 de diciembre de 2009, miembros del ejército mexicano detuvieron a 12 personas involucradas en el crimen organizado; entre ellos, un presunto líder del Cartel del Golfo.

Valentín publicó un artículo, al que no adjuntó su nombre, con el titular “Capturan a sicarios en el Motel Marbella de Saltillo”. El día de su publicación, el 7 de enero de 2010, Valentín fue secuestrado por un grupo de hombres armados mientras viajaba en un taxi con dos de sus compañeros. Después de que sus captores golpearon y torturaron a Valentin hasta la muerte, dejaron su cuerpo frente al Motel Marbella de Saltillo con una nota amenazadora en el pecho.

Abandonados en el duelo de la trágica pérdida de su colega y temiendo por sus vidas, ninguno de los periodistas de la zona cubrió la tortura y la muerte de Valentin. De hecho, la información sobre desapariciones y delitos en Coahuila se detuvo antes de que realmente comenzara. Los funcionarios encargados de investigar el asesinato de Valentin adoptaron un enfoque similar; al no investigar adecuadamente el caso, el asesinato de Valentín sigue sin resolverse y sus atacantes quedan libres.

El joven periodista dejó una madre anciana y un padre enfermo. El padre de Valentín, que había padecido diabetes y estaba en diálisis, murió poco después de la muerte de su amado hijo, quien se había convertido en su cuidador. La madre de Valentín, María del Carmen, guarda fotos de su hijo en su habitación, mantiene una sonrisa alegre en su corazón y su mantra esperanzado en su mente: mañana será otro día, mamá, mañana saldrá el sol.

Guerrero: Usando noticias del día para minimizar el riesgo

Los índices de violencia en el estado de Guerrero se encuentran entre los más altos de México, y los periodistas han sido un blanco particular de esa violencia. En un ejemplo reciente, el Comité para la Protección de los Periodistas informó que la pequeña comunidad de reporteros que cubrían el crimen organizado en Iguala se redujo después del asesinato del periodista Pablo Morrugares en 2020, evidentemente por sus reportajes sobre el crimen organizado. Entonces, quizás no sea sorprendente que los reporteros tomen en cuenta cuestiones de seguridad personal cuando informan sobre desapariciones forzadas en el estado.

Una característica de los informes de los medios sobre desapariciones en esta región son los reportajes puntuales o notas rojas, que se mencionan en la introducción de esta sección. Cuando se denuncian como notas rojas, las desapariciones se retratan como delitos singulares, alejados del contexto en el que ocurrieron, presentados como tragedias puntuales en un país que ha conocido demasiado bien la realidad de la naturaleza generalizada y sistémica de las desapariciones.

Una reportera de Guerrero, (“Esther”), nos describió las limitaciones reales que enfrentan los periodistas que trabajan en este estado. Reflexionando sobre su paso por un periódico local, Esther remarcó que “hay muchas cosas que aquí no se investigan… La violencia aquí no es poca cosa y ha obligado a los reporteros a tomar muchas precauciones”. Esas precauciones, señaló Esther, han influido en los informes sobre desapariciones de tal manera que, al informar sobre Alertas Ámber, los reporteros rara vez emprenden más investigaciones sobre los casos, a menos que "atraiga mucha atención".

Las cuestiones de lectores y rentabilidad también influyen en las historias que se buscan. Al hablar sobre qué variables influyen en las decisiones editoriales en su medio de noticias, Esther señaló que detectó un cambio en sus principios rectores, lo que afectó la información y las historias que publicaba.

Para aquellos reporteros que viven en áreas con altos niveles de violencia y trabajan para empresas cuyos intereses están influenciados por preocupaciones políticas y económicas, cubrir historias impopulares que destacan tanto las violaciones de derechos humanos como el papel del estado en su perpetuación es difícil, si no imposible, y posee consecuencias que socavan el derecho a la verdad de las víctimas y la sociedad.

Nuevo León: Poniendo rostro a las víctimas de desaparición

Ya en 2004, Daniel de la Fuente, reportero de la sección de variedades de El Norte, comenzó a poner un rostro humano a la violencia en la región. Sintió la obligación de usar sus herramientas y poder como reportero para llamar la atención sobre la violencia y las historias humanas detrás de ella. A través de sus reportajes, de la Fuente espera combatir el fenómeno de las notas rojas, contextualizando en cambio las desapariciones y los crímenes violentos dentro de un marco más amplio de violaciones de derechos humanos, creando conciencia colectiva y, lo más importante, contando las historias de las víctimas y sus seres queridos. De la Fuente ofreció su perspectiva sobre por qué algunos casos reciben más cobertura noticiosa que otros, señalando que el grado de movilización de la familia de la víctima aumenta la visibilidad en las noticias y el nivel de interés del público en una historia depende de la clase socioeconómica de la víctima (Entrevista, 9 de julio de 2019).

En sus propios reportajes, de la Fuente humanizó a las víctimas a través de la narración, describiendo a los lectores el trauma emocional experimentado por los familiares que se recuperaban de las desapariciones y pintando un cuadro de la personalidad de las personas desaparecidas. En su artículo, "Marineros en Tierra," publicado por El Norte en enero de 2012, se evidencian las habilidades narrativas de De la Fuente. Su cobertura de la desaparición de dos taxistas comienza con una emotiva escena en la que Jesús Victor ve a su hijo, Junior, siendo llevado en una caravana de vehículos militares. Jesús corre valientemente hacia el militar que ha llevado cautivo a su hijo, ejemplificando la valentía asumida por los familiares de los desaparecidos y sus sentimientos de desesperación mientras luchan y afrontan la realidad de la desaparición de un ser querido. Informar que se centró en la humanidad y las poderosas emociones de las propias víctimas brindó un contrapunto a la narrativa dominante de las autoridades mexicanas, transmitida por muchos medios de comunicación, de que los desaparecidos eran manzanas podridas, vinculados al crimen organizado, enemigos de sus comunidades y responsable de su propio destino.

En "Marineros en Tierra," de la Fuente también perfila a los perpetradores en un caso de desaparición, prestando especial atención y énfasis al papel de los oficiales navales en la privación de libertad de Junior y otras personas. Al describir cómo Junior fue cubierto con una sábana y golpeado por sus captores, de la Fuente destacó el papel del Estado en la orquestación de las desapariciones; un movimiento periodístico que muchos reporteros que trabajaban en Nuevo León en ese momento podrían no haber arriesgado. La omnipresencia y el poder abusivo de los militares fue evidente en el informe de De la Fuente sobre la visita nocturna de oficiales militares al hermano de Junior y otras amenazas a las víctimas.

Al centrarse en las experiencias de un padre y la búsqueda de su hijo, de la Fuente lleva al lector al sufrimiento personal de las familias de los desaparecidos. El lector acompaña a Jesús mientras interroga a las autoridades públicas sobre el paradero de su hijo y llora al ver a la hija que Junior dejó atrás. La caracterización de De la Fuente del joven desaparecido por la Armada y el padre que lo buscó brindó al público una comprensión de primera mano sobre el costo humano de las desapariciones.

Especialmente en los años pico de violencia en Nuevo León, De la Fuente y otros periodistas tuvieron que considerar cuestiones de seguridad al cubrir desapariciones y crímenes violentos. De la Fuente nos explicó que el estrés de cubrir es intenso; antes de la publicación de cualquier artículo, él y sus compañeros de trabajo deben pensar en los posibles efectos tanto en los reporteros como en las víctimas. Entre 2009-12, según de la Fuente, “había que ir a los barrios, había que ir a los municipios, a las zonas rurales. Y luego esas rutas, y hablando y preguntando sobre la información de vecinos y conocidos es donde de repente te puedes poner en riesgo ”. (Entrevista, 9 de julio de 2019).

En 2012, De la Fuente colaboró ​​con un informe especial publicado en tres importantes medios de comunicación, El Norte, La Reforma y Mural, que cubría una serie de casos de desaparición que tipificaban la naturaleza de los delitos que se estaban cometiendo en Nuevo León. El informe contó con la cooperación de la organización CADHAC, su directora, Hermana Consuelo Morales, y los casos que habían investigado sus abogados. La serie tuvo un impacto importante en la opinión pública, según De la Fuente, “conmocionó e indignó, hizo visible que ninguno de estos casos se resolvió, ninguna de esas personas regresó”. La serie destacó la impunidad inherente a la ola de desapariciones. De la Fuente reflexionó: “Qué difícil, qué difícil este tema de hacer periodismo pero no ver consecuencias concretas a favor de las familias”. (Entrevista, 9 de julio de 2019)

El Norte, en la continuación de sus esfuerzos para llamar la atención sobre la violencia en México y situar las desapariciones y otros delitos dentro de un contexto más amplio de violaciones de derechos humanos, publicó un proyecto multimedia llamado La década roja, en 2016. Destacando las tendencias en asesinatos y desapariciones desde 2006, junto con la serie de 2012, este proyecto fue emblemático de las mejores prácticas en el periodismo de vigilancia sobre el tema de las desapariciones. Además de resaltar casos específicos de violencia, el reportaje los ubica en un contexto más amplio, sacando a la luz el carácter endémico de las violaciones de derechos humanos y la culpabilidad de los funcionarios públicos y actores estatales en la realización o encubrimiento de los delitos.

Colectivos

El periodismo en México se extiende más allá de los medios tradicionales y se caracteriza y enriquece adicionalmente por colectivos independientes que trabajan para llamar la atención sobre la corrupción, los abusos a los derechos humanos, la impunidad y las desapariciones. La labor de los periodistas que integran estos colectivos es invaluable para generar conciencia sobre las violaciones de derechos humanos en México y despenalizar a las víctimas de tales delitos.

Zona Docs: Periodismo en Resistencia

Zona Docs es un colectivo de periodistas independientes que opera en Guadalajara, Jalisco y que se constituyó como entidad independiente en 2017. Sus integrantes, Darwin Franco, Dalia Souza, Ximena Torres, Aletse Torres, Samantha Anaya y Christian Cantero, realizan un reportaje investigativo y documental desde una perspectiva de derechos humanos, tomando como base ética y normativa la Declaración Universal de Derechos Humanos de Naciones Unidas. El informe realizado por Zona Docs se centra en problemas sistémicos y en aquellos que han sido víctimas de ellos. Al comprender la centralidad de los informes accesibles y transparentes en el mantenimiento de la democracia y la libertad, Zona Docs denuncia las injusticias, llama la atención sobre cuestiones que de otro modo podrían quedar fuera del discurso principal y destaca los movimientos que buscan apoyar la defensa y el disfrute universal de los derechos humanos. 

El trabajo realizado por Zona Docs ha atraído la atención de organizaciones locales e internacionales. En 2019, este colectivo fue galardonado con dos premios de periodismo en Jalisco en las categorías Crónicas y Estudiantes. En 2020, Zona Docs fue reconocida por Google News Initiative y Seattle International Foundation por sus informes. Con el objetivo de aumentar su alcance y trabajar con otras organizaciones de noticias comprometidas con la promoción de los derechos humanos a través de la visualización y denuncia de delitos, Zona Docs es miembro de la red Periodistas de a Pie.

Quinto Elemento

Quinto Elemento, una organización independiente sin fines de lucro, utiliza sus reportajes de investigación para empoderar a los ciudadanos, fortalecer la rendición de cuentas en México y facilitar la construcción de una sociedad más justa y transparente. Ellos prometen entregar informes independientes y honestos que no estén influenciados por causas externas o intereses políticos. Los integrantes del equipo Alejandra Xanic, Armando Talamantes, Andrea Cárdenas, Efrían Tzuc, Ruth Muñiz, Marcela Turati y Diana Partida Arteaga prometen “hurgar donde no se debería estar”, “pasar por lo que se ha escondido en el armario” y proporcionar al pueblo de México una comprensión más informada de las comunidades y el país en el que viven, una comprensión que luego pueda ser utilizada en la construcción de una sociedad mejor. Tal promesa no es poca cosa, especialmente en México, dados los muchos riesgos y la violencia que enfrentan los periodistas en el desempeño de su trabajo.

Periodistas de a Pie

Una organización de la sociedad civil compuesta principalmente por mujeres periodistas, Periodistas de a Pie, fue fundada en 2007 con la intención de poner un rostro humano a las violaciones de derechos humanos. Hoy, la organización busca elevar la calidad del periodismo independiente en México a través de la educación de periodistas, la recopilación de información sobre derechos humanos, la creación de bases de datos y la colaboración entre reporteros que apoye el intercambio de técnicas de investigación, experiencias y estilos narrativos. Con la misión de utilizar el periodismo para proteger y defender los derechos humanos, Periodistas de a Pie apoya la presentación de informes, investigaciones y denuncias de abusos contra los derechos humanos, sus perpetradores y sus causas. 

La evolución de Periodistas de a pie está marcada y refleja el peligro que enfrentan los periodistas en México. En 2010, cuando la violencia contra los periodistas se volvió sistemática, Periodistas se transformó en una organización de la sociedad civil dedicada a promover la seguridad y protección de los periodistas en todo el país. La organización ha crecido a lo largo de los años, buscando satisfacer las necesidades de los periodistas que a menudo se encuentran trabajando con una gran vulnerabilidad. Manteniendo alianzas con más de 80 organizaciones, Periodistas continúa apoyando, educando y conectando a periodistas en todo México.

Para subrayar la importancia del periodismo en el momento actual, Periodistas ha lanzado su campaña Periodismo. Esta campaña destaca el papel protector que juega el periodismo de investigación independiente en la construcción de una sociedad transparente y se concibe como un antídoto contra la corrupción, la evasión, la criminalización de las víctimas, el crimen organizado y el silencio, entre otros. Al facilitar la colaboración entre periodistas independientes, trabajar para su protección y recopilar información para uso de los periodistas, Periodistas de a Pie juega un papel fundamental en el apoyo al periodismo crítico e independiente en todo México.

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